Caminos que aprendemos.

Cuando todo es oscuro, todo se puede aclarar. Cuando es más oscuro, más se puede aclarar la vida. No le tengamos miedo a la oscuridad y dejemos eso del “CUCO” a los chicos.

Debemos aprender a caminar en la oscuridad porque cuanto más oscuro esta la carretera mejor podemos divisar la luz al final del camino.

Es verdad que es feo caminar entre la oscuridad, no vemos por donde pisamos, ni lo que está por venir, no distinguimos donde termina la carretera y donde comienza el campo., ni tampoco si se aproxima una curva, pero aprendemos algo fundamental, algo que solo de esta forma podemos aprender a sentir. A sentir lo que hay en nosotros, a sentir quienes somos. Aprendemos a sentir si estamos cerca de una curva o de un cruce peligroso. Aprendemos a descifrar el borde del camino y si hay una bifurcación en el mismo.

Cuanto más oscuro sea, más claro se puede poner.

Por más que nos expliquen no se puede aprender si no tenemos practicas reales. En cambio, si caminamos por zonas iluminadas con mucha iluminación, y vemos todo, las bifurcaciones, las curvas, los límites y nuestro alrededor, ¿en qué nos sirve? Si no disfrutamos de nada y apuramos el paso y si no sentimos lo que nos pasa porque ya sabemos lo que nos pasa. Y si ya sabemos lo que nos pasa ¿para qué queremos aprender a sentir nuestros sentimientos?

Es como un chico que está aprendiendo a andar en bicicleta y le ponen las ruedas extra, si a lo largo de un tiempo que aprenda, no se las sacan al chico nunca sabrá que se puede caer, y que eso es crecer, que la cicatriz es parte del libro de la vida y siempre aun de grande seguirá andando con sus ruedas extras y seguirá caminando por la carretera toda iluminada sin aprender a sentir, sin saber llorar por un raspón.

Es hermoso sentir, es bello amar y llorar de dolor. Es tan gratificante aprender a caminar por esta ruta oscura que voy aprendiendo, tantas cosas que el día que se ilumine extrañare. Porque es fácil iluminar un camino y es más fácil saber andar en él. Pero es tan difícil estar en uno iluminado y que de repente se corte la luz y no saber en dónde estás y no saber cómo seguir si nunca estuviste ahí.

Cuanto más oscuro sea tu camino, más claro se puede poner.

Maselli Carla